Desde temprana edad, la fotografía ha sido una parte esencial de mi vida. Aunque inicialmente estudié administración de turismo y hotelería, pronto me di cuenta de que esa no era mi verdadera vocación. Recordando mi infancia y mis años en la secundaria, donde siempre llevaba una cámara en la mano, decidí seguir mi pasión por la fotografía.

Mi camino en este arte comenzó de manera inesperada cuando estudiaba en el IPAD, en una dirección completamente distinta a mi formación universitaria. Me encargaron una tarea de fotografía de desnudo artístico, y con pocos recursos, improvisé cajas de luz con cajas de zapatos y tul. Fue un reto, pero el resultado fue sorprendente: la sesión fue considerada la mejor del salón. Ese momento marcó un antes y un después en mi carrera, revelando mi amor por el boudoir y el desnudo artístico.

A lo largo de mi trayectoria, he continuado formándome. Tomé una especialización en antropología de la imagen en el Centro de la Imagen y cursos de iluminación en Kuna Estudio, perfeccionando cada aspecto de mi técnica.

Uno de los hitos más importantes en mi carrera fue en 2014, cuando una asociación de mujeres con cáncer de mama me convocó para una sesión fotográfica. Sin duda, esa fue una experiencia transformadora, no solo para las mujeres que participaron, sino también para mí. Verlas empoderarse y reencontrarse con su belleza fue profundamente revelador. Ese día, las madres de esas mujeres me agradecieron por haber hecho brillar a sus hijas en un momento tan desafiante de sus vidas. Fue un recordatorio poderoso del impacto que puede tener mi trabajo.

A través de Absoluta Boudoir, mi misión ha sido siempre crear un espacio seguro y transformador, donde cada mujer pueda reconectar con su autoestima y su poder personal. He visto cómo muchas de mis clientas han superado desafíos como la bulimia, la anorexia, o han celebrado logros personales y profesionales. Algunas incluso se han convertido en modelos plus size tras su primera experiencia en mi estudio. Otros momentos, como las celebraciones de divorcios o aniversarios, me han demostrado que el boudoir es una herramienta poderosa de empoderamiento y transformación.

A lo largo del camino, he tenido que enfrentar desafíos en una sociedad que aún vive bajo una cultura patriarcal y machista, donde las mujeres somos frecuentemente juzgadas. Sin embargo, esos obstáculos han fortalecido mi convicción en la importancia de mi trabajo: mostrar a cada mujer su poder, su belleza, y su autenticidad.

Mi visión para Absoluta Boudoir es ser un estudio líder en la creación de retratos íntimos y empoderadores, mientras sigo formando a futuras generaciones de fotógrafos y fotógrafas, enseñándoles la ética y el respeto en el arte del boudoir. Para mí, la fotografía no es solo una profesión, es una misión de vida.